EL ACCIDENTE CARDIO VASCULAR
Había concertado una cita en un bar del centro con un matrimonio dueños de
una inmobiliaria, precisamente para hablar de esa tierra de mamá. Conversamos
un rato y cuando quise levantarme la pierna izquierda no me respondió; apoyé el
brazo izquierdo y tampoco, pensé que algo me estaba pasando. Pedí que me
llevaran a un hospital de emergencia y las personas que estaban conmigo
llamaron un taxi y me ayudaron a subir pero no me acompañaron. En ningún
momento perdí el conocimiento, sino que, por suerte conservé mi lucidez. Estaba
sólo, desoladamente sólo! No recuerdo que me hicieron en el hospital. Si
recuerdo que dos chicas, estudiantes de medicina, estuvieron siempre a mi lado
tratando de darme ánimos. Ojala supiera como agradecerles!
Pasaron varias horas hasta que un médico se acercó decirme que yo
necesitaba internarme. Le pedí que me consiguiera donde y al rato volvió
diciéndome que en la
Clínica Allende , no había lugar pero que me había conseguido
en la Clínica Cayasa.
Me llevaron en ambulancia a esa clínica y en el camino sonó ml celular que en
el bolsillo. Era mi amigo Gabriel Oliva que quería postergar un viaje que
habíamos programado a su estancia para el próximo fin de semana. Le dije que
Dios ya me lo había postergado y que por favor avisara a mi hija Andrea en
Buenos Aires. Era el 19 de septiembre del 2005
Andrea estaba en Buenos Aires pero Norma estaba en Miami y María en París.
No sé como hicieron pero al otro día a la tarde mis tres amores estaban conmigo
y yo lloraba de felicidad a pesar de mi angustia
Estuve en esa clínica una semana en terapia intensiva pero no me acuerdo
nada de esos días. Solamente el momento en que el amable director me vino a ver
para decirme que yo había salido de peligro pero que necesitaba una internación
en una clínica especializada en rehabilitación y que me recomendaba Fleni, a su
juicio la mejor de Sudamérica y que ya había hecho mi reserva.
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