CALYPSO
Cuando decidimos con Norma que, definitivamente, Punta del Este iba a ser
el domicilio y lugar de retiro para nuestros últimos años, pensamos también que
nuestro chalet “Alborada” no tenía el confort suficiente para los días fríos y
húmedos del invierno, sumado a que el barrio de San Rafael podía ser un poco
inseguro dado su soledad en esos meses.
Pensando en el tema y recorriendo la península con Norma y María
descubrimos un lugar ideal. Era un edificio que recién se comenzaba a construir
al final de la Playa Brava ,
frente mismo a la pequeña Playa de los Ingleses. Tres buenos dormitorios, un
escritorio, piscina cubierta y loza radiante zonificada era lo que
necesitábamos para afrontar los futuros crudos inviernos. Lo compramos a medias
con María y fue la mejor inversión de los últimos años, porque fue una
inversión para la vida.
Frente al Calypso
Disfrutamos del Calypso. Frente a nuestras ventanas, las olas vienen y van
en su recorrido eterno y miramos el paso lejano de los pequeños pesqueros o los
grandes barcos pasando detrás de la isla de Lobos. El personal del edificio es excelente.
Atentos, amables y siempre bien dispuestos. Lo administra la tradicional
empresa de don Luis Sader, uno de los pioneros de Punta del Este. Siempre nos
vamos por dos o tres meses al verano, a la casa de María y Bill, en Chicago,
acortando el invierno de Uruguay. Y cuando en el verano vivimos en la Alborada , alquilamos
Calypso y eso paga las expensas e impuestos del año.
Cuando regresamos de USA, hacemos una etapa en casa de Andrea y los nietos
en Buenos Aires, y volvemos a Punta ansiosos por descubrir las primeras señales
de la primavera y los primeros pimpollos de rosas en la serenidad inmutable del
jardín.
Me enamoré de las rosas. Tenemos cuarenta y seis rosales. Nuestro asesor es
Octavio Sciandro, viverista y jurado internacional de rosas. Siempre me
gustaron, pero ahora las admiro y las amo. Por delicadas, por variadas, por
perfumadas y por silenciosas. Dan todo y no piden nada, más que riego y algún
nutriente. Sólo esperan que al cortarlas lo hagamos por el tallo que abajo
tenga cinco hojas para que puedan volver a florecer. Las rosas se acercan a la
perfección. Existen desde hace millones de años. Hallazgos arqueológicos
demostraron que las primeras rosas datan de épocas prehistóricas. Simbolizan la
copa de la vida, el alma, el corazón y el amor.
En la “Divina Comedia” Dante, representaba el paraíso con una gran rosa en
cuyo centro estaba su amada Beatriz. Y a la madre Teresa se la representa con
una rosa.
Norma cumplía ochenta años. Había que celebrarlo. Pensamos hacer una
reunión de amigos y familia en la casa de María en José Ignacio, pero la casa
aun no estaba preparada para una reunión amplia. Fue la muy querida Susana
Liberman que con su habitual generosidad ofreció un magnifico almuerzo en su
hermosa residencia. Vinieron de Chicago, María y Tommy,
de Buenos Aires, Andrea, Sebastian, Lucas y amigos, familia de Norma de
Montevideo así como todos los amigos que para el 15 de abril aun estaban en
Punta del Este. Después de palabras lindas de María yo tome el micrófono con
mucha emoción para hablarles a todos de lo que significaba Norma en mi vida,
cincuenta y ocho años juntos. Termine diciendo “Norma es lo mejor que me paso en mi vida “.
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