TOMMY
A Tommy se le había descubierto un problema serio en sus riñones y se
preveía un futuro tratamiento de diálisis. Comía verduras y pastas y tomaba
mucho Gatorade. Nada de proteínas.
Por consejo de Norma, María había tomado a una señora guatemalteca, como
empleada. Le hablaba siempre en español y por eso hoy Tommy tiene la ventaja de
ser bilingüe, La señora se llamaba Margarita y fue una importante ayuda para
María en esos años difíciles.
Tommy venía a Key Biscayne todos los veranos y se quedaba uno o dos meses.
Conmigo aprendió a andar en bicicleta y a manejar un auto. Yo había comprado un
viejo velero a medias con Alberto Dignoes. Un día que salimos a navegar se
rompió un obenque y se desplomó el mástil que se enterró en la arena del fondo
de la bahía. Tommy se asustó y cuando vino una lancha de auxilio se subió de un
salto buscando ponerse a salvo. Después de ese susto empezó a navegar en los
veleros del yacht club de Key Biscayne y ganó varias regatas hasta que compitió
en una regata abierta donde vinieron barcos de toda la Florida y como allí tuvo
una mala partida, estuvo lejos del triunfo. No le gusto nada pero lo aceptó con
humildad.
María siempre tuvo y cultivó muy buenas amigas, como Clara Brea, su
compañera de colegio y luego varias compañeras de la facultad de arquitectura. En Estados Unidos, ya divorciada, una amiga dueña de una
galería de arte de le organizo una cita a ciegas, en Chicago, con un amigo
también recientemente divorciado. Era William (Bill) Smithburg, el más alto ejecutivo
de la empresa Quacker Oats, la famosa empresa creadora del Gatorade.
Comenzó así una relación entre María y Bill que fue una historia con
entretelones románticos y que culminó en un casamiento feliz.
Bill nos había encantado desde que lo conocimos cuando vino a buscar a
María para ir a un cocktail. Cuando se
iban le dije que tenía que comprometerse a cuidar a María y hacerla muy feliz.
Y así lo hizo!
En la cena que ofrecimos con
Norma la noche anterior a la boda.
Bill es un gran marido para María y un gran padre para Tommy. Ahora que Tommy
es un hombre, es emocionante ver como ambos se quieren y se admiran mutuamente
Los hijos del primer matrimonio de Bill, Susan y Tom. les abrieron sus brazos a
María y Tommy, con mucho cariño, sin egoísmos y son una gran familia feliz. El
15 de abril de 1995 se casaron María y Bill. Era el mismo día de pago de los
impuestos en USA y además, coincidía con el cumpleaños de Norma. Escribí unas
palabras que leí al final de la ceremonia del casamiento: Mi emoción era muy
grande, no pude contenerme y las últimas palabras terminaron entrecortadas por
las lágrimas. Creo que otros también se conmovieron. Estas fueron mis palabras
Tommy estaba muy cerca de entrar en el tratamiento de diálisis, cuando un
día del Chicago Children Hospital llamaron a María diciéndole que tenía que
llevarlo al hospital urgente, María les dijo que lo haría en cuanto saliera de
la escuela, pero la enfermera le dijo – No, tiene que traerlo ya. No le
quisieron dar detalles, pero Tommy salió del colegio feliz, gritando que iba a
tener su riñón.
Norma y yo estábamos en Buenos Aires. María nos había dejado un mensaje
telefónico, pero no lo habíamos escuchado, sin embargo, Norma dijo que ella
quería irse porque tenía un presentimiento. Así lo hizo y cuando llegó a Miami,
ya la estaba esperando mi eficiente secretaria Susan Carman, con ropa adecuada
y el ticket para Chicago. Cuando Norma llegó aún Tommy estaba en la operación.
Al salir, ya despierto, se encontró con las caras ansiosas de su mamá y su abuela.
Durante los días de su convalecencia escribió un diario relatando lo que le
sucedía, ilustrado con dibujos alusivos. En esos días, el Papa Juan Pablo llegó
a New York. Tommy lo vio en la TV
y muy excitado preguntó a María quien era ese señor, vestido de blanco que al
bajar del avión se había arrodillado y besado el suelo. Mamá le explicó quién
era el Papa y entonces Tommy exclamó:- “Viste mamá, entonces fue él quien me
trajo el riñón ¡
Los médicos dijeron que como Tommy había pasado sus primeros años privado
de proteínas, seguramente no alcanzaría el promedio normal de desarrollo, pero,
felizmente, la naturaleza desmintió ese pronóstico y hoy Tommy es un atleta,
con un metro noventa de estatura.
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